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Lea nuestros consejos sobre cómo relajarse mientras cuida su piel

PASOS PARA RELAJARSE

Por Emma Gunavardhana (periodista de belleza independiente)

Cuando estamos cansados o agotados, los efectos físicos son evidentes. Podemos empezar a sentir torpor, agobio, confusión mental o pesadez, y cualquier esfuerzo físico puede dejarnos totalmente exhaustos. Los signos del agotamiento también resultan visibles, especialmente en la piel. Quizás veamos que necesitamos aplicar algo más de corrector de lo habitual bajo los ojos o que nuestro tratamiento diario de cuidado de la piel no ofrezca tan buenos resultados como de costumbre. También podríamos notar que nuestro maquillaje no se ve igual una vez aplicado o que la base parece demasiado oscura para nuestra piel. La causa más probable es que el cutis se haya vuelto macilento y algo pálido, además de una circulación más lenta debido a todo el estrés y la fatiga que está soportando nuestro organismo.

Si la piel da la impresión de tener otro aspecto, necesita más maquillaje o nuestro producto de cuidado de la piel no ofrece los resultados esperados, puede ser señal de que no estamos dedicando el tiempo suficiente para descansar y reponer fuerzas. Tampoco se trata solo de tener un buen sueño reparador por la noche, aunque es cierto que el proceso de regeneración natural del cuerpo se produce mientras dormimos, sino de encontrar esos pequeños momentos de “tiempo para nosotros mismos”. Todos soñamos con pasar un día en el spa, pero la solución puede ser algo tan sencillo como dedicar cinco minutos por aquí y cinco minutos por allí a bajar un poco el ritmo.

Estos son nuestros mejores consejos para descansar lo mejor posible…

MEDITAR

Aunque meditar puede parecer un gran esfuerzo y cuando lo intentamos por primera vez podamos pensar que no se nos da nada bien, vale la pena ser perseverante. La meditación es algo que se aprende de forma autodidacta o dando clases, si se prefiere. Bastan solo cinco minutos al día…

Aquí va una técnica de meditación básica:

  • Siéntese en silencio en una posición cómoda.
  • Cierre los ojos.
  • Tómese un tiempo para concentrarse en su propio cuerpo. Estudie con cuidado su postura y fíjese en las sensaciones del contacto del cuerpo con la silla y de los pies con el suelo.
  • Relaje los músculos de los pies y siga relajando el resto de la musculatura en sentido ascendente.
  • Céntrese en su respiración. No haga esfuerzos para corregirla: tan solo sienta cómo hace subir y bajar su cuerpo.
  • Ahora, respire profundamente y deje salir el aire. Cuente sus respiraciones y vaya diciendo el número de respiración al expulsar el aire: uno cuando inspire, dos cuando espire, tres la siguiente vez que inspire, y así sucesivamente, hasta 10. Luego, vuelva a empezar. Esta técnica le permitirá mantener la mente ocupada, lo que le ayudará a evitar distracciones.
  • Continúe durante 10 o 20 minutos. Quizá descubra que debe fijarse un objetivo de 10 minutos, así que es buena idea empezar con solo un par de minutos.
  • Cuando suene la alarma, permanezca simplemente sentada otros 20-30 segundos. Quizás le haya venido un aluvión de pensamientos y planes, o puede que se sienta tranquila y centrada. Sea lo que sea, está bien.
  • Cuando esté lista, vuelva a abrir los ojos lentamente.

ESCRIBIR UN DIARIO

El arte de escribir un diario se ha puesto muy de moda, pues ha demostrado aportar innumerables beneficios para la mente, el cuerpo y el alma. Si se encuentra cansada por haber estado haciendo más cosas de las que debería y se siente abrumada, llevar un diario puede ayudarle a liberar parte del estrés acumulado. Por suerte, tampoco hay por qué ser un gran escritor para disfrutar de los beneficios de escribir un diario. Y no solo eso: ni siquiera debe preocuparse por cosas como la gramática o la ortografía, ya que en este caso son detalles sin importancia. Para escribir un diario, lo único que hay que dominar es la autoconsciencia.

¿Por qué no prueba con algunos de estos fantásticos consejos para empezar a escribir su primer diario? (En inglés) https://www.buzzfeed.com/jasminnahar/insanely-useful-bullet-journal-tips?utm_term=.nmgp7mrz8o#.hf6xvovapz

DORMIR

Disfrutar de un buen sueño reparador suele ser lo primero que hay que hacer cuando estamos sometidos a algún tipo de estrés, pues la piel necesita el poder regenerador de esas horas de descanso. Por eso no solemos tener muy buena cara cuando no hemos descansado bien por la noche. Su dormitorio debería ser un templo del descanso, y no un lugar para hablar por teléfono, ver la televisión o ponerse a ver las facturas de casa. Los expertos en sueño afirman que el dormitorio debe reservarse exclusivamente al descanso y a la relajación, preferiblemente con una luz tenue y el uso de cortinas. Como ve, debe intentar hacer de su dormitorio un santuario del sueño (y, por tanto, de una buena piel). Si, pese a ello, sigue teniendo problemas para dormir bien, lo mejor es ir al médico.

EJERCICIO

En los últimos años se ha puesto muy de moda hacer sesiones de ejercicio de máximo esfuerzo en el menor tiempo posible. El ejercicio a intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés) y el método Tabata son ejemplos de cómo ejercitarse al máximo esfuerzo en menos de 10 minutos con la misma cantidad de calorías quemadas que supondría una hora de ejercicio regular. Ahora bien, además de quemar muchas calorías, también hacen que el cuerpo libere las hormonas del estrés (adrenalina y cortisol), que con el tiempo pueden ponerlo en un mayor estado de estrés. Por eso, aunque pueden ser excelentes para una sesión de ejercicio intenso en la que acabemos empapados en sudor, también pueden hacer que nos resulte más difícil desconectar. Después de una sesión de ejercicio, el corazón puede acelerarse mucho tras el ejercicio cardiovascular. Cuando se está agotado, el cuerpo puede agradecer más un tipo de ejercicio más ligero a lo largo de un período de tiempo más largo, como un paseo largo, una sesión suave de footing o una clase de ejercicio con barra. El ejercicio regular reduce los niveles de adrenalina y cortisol, pero también estimula la producción de endorfinas, que son los analgésicos naturales del cuerpo y que además mejoran el estado anímico, lo que puede favorecer una sensación de relajación. Haga un poco de ejercicio ligero y verá como su piel recobra su vitalidad.